¿Existe una relación entre la Neuroinflamación y el Autismo?

Uno de los mayores alcances obtenidos por  la ciencia durante todos estos años de investigación, ha sido poder visibilizar que las conductas apreciables y típicas de los trastornos del espectro del autismo, no tienen un único origen.

Un conjunto de  factores de riesgos, que estudiaremos detalladamente en nuestra revisión investigativa, se conjugarían para desencadenar la expresión de todas las características que acompañan a este diagnóstico.

Según Slow Medicine Institute¹ entre una de las variables más estudiadas tenemos a la neuroinflamación, que se posiciona como la precursora de una serie de respuestas inflamatorias ante todo agente que se considere patógeno o que vulnere la salud de nuestro sistema nervioso central, iniciando la activación de células inmunológicas conocidas como microglías, responsables de reparar el tejido dañado y salvaguardar el orden sináptico o conducción nerviosa en el cerebro

¿Cuál es la causa de la Neuroinflamación?

El Slow Medicine Institute¹ nos comenta que las causas son variadas, incluyen en parte factores genéticos, infecciones, lesiones cerebrales, traumáticas o trastornos circulatorios. El nivel crónico se produce por la exposición a toxinas ambientales, una dieta poco saludable,  sedentarismo, e incluso, por estresores  psicosociales, entre otros.

En el caso del Autismo, la evidencia demuestra que en diferentes regiones cerebrales son notorias las alteraciones derivadas de la sobreactivación, distribución y densidad de la microglía, lo que al mantenerse de forma  permanente e indefinida, sostendría la desregulación inmunitaria , activando los estados neuroinflamatorios que  afectan zonas como:  La corteza visual, fronto insular, la región temporal y el cerebelo.

Este ambiente poco saludable en el interior del cerebro, según Slow Medicine Institute¹, conducirá inevitablemente al daño neuronal, precipitando la pérdida de conexiones sinápticas que más tarde, se traducirán  en todas las  dificultades visibles ante los ojos del mundo, como las alteraciones del comportamiento social, las conductas estereotipadas y repetitivas, afectación de los mecanismos de recompensa, motivación y autorregulación.

¿Qué hacer?

Afortunadamente existe la posibilidad de reducir los efectos de la neuroinflamación y su impacto en el desarrollo. El inicio de una alimentación saludable, personalizada y adaptada a las necesidades y condiciones de cada individuo, el enfoque integral como tratamiento, el ejercicio físico, la suplementación adecuada y el apoyo profesional, serían claves para mejorar la salud cerebral. 

Comprender que cada conducta del niño con Autismo es una consecuencia de las características internas de su Sistema Nervioso Central, nos impulsaría como familia a tomar  decisiones más organizada sobre el abordaje, considerando aquellos enfoques terapéuticos que prioricen el equilibrio electroquímico del cerebro, como punto de partida para cualquier intervención.

 

Referencias

Slow Medicine Institute [Internet]. 2023. [Citado 6 de Enero, 2024]. Recuperado a partir de: https://slowmedicineinstitute.com/que-es-la-neuroinflamacion/



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