Radicales libres ¿Enemigos del neurodesarrollo?

Los radicales libres podrían ser descritos como partículas derivadas de los procesos químicos del cuerpo que en cantidades adecuadas, se comportan de manera inofensiva.

Todos los procesos celulares requieren los efectos mediadores de los radicales libres, sin embargo en el convulsionado mundo en el que vivimos hoy en día, donde el multitasking es sinónimo de éxito, la comida procesada es el sustituto por excelencia de la comida real,  el estrés es un marcador fidedigno en  las esferas familiares y el insomnio por la exposición permanente a pantallas en esta generación es la norma de rápido ascenso en los adictos a los videojuegos y redes sociales, la reglas cambian.

Nuestra realidad es que el exceso de radicales libres está a la orden del día, acompañando fielmente el proceso de desarrollo de nuestros hijos y marcando un precedente en la salud de las familias. Su acción corrosiva inicia con la exposición constante a materiales cargados de metales y otros componentes químicos provenientes del ambiente, la comida chatarra o los productos de aseo personal usados diariamente, obligando a nuestras células a consumir una gran cantidad de oxígeno para transformar este material tan contaminante en algo manejable para el cuerpo, superando así la capacidad de limpieza que tienen los organismo para liberarse de todos los desechos derivados de estos procesos,  transformándose por acumulación constante en toxinas que lenta y silenciosamente modifican la información genética, dando como resultado alteraciones fisiológicas  comúnmente conocidas como enfermedades o desviaciones del curso normal del neurodesarrollo. 

Identificar, principalmente el mecanismo de acción que opera detrás de cada uno de estos agentes corrosivos, incrementa la concientización dentro de las familias y nos lleva a conquistar el siguiente paso: Reducir la exposición a estos factores de riesgo de la salud para luego a través de una dieta personalizada , balanceada y rica en antioxidantes (sustancia que protege a las células de los daños que causan los radicales libres) contrarrestar cualquier efecto sobre la salud de nuestros niños o personas en general. 

Según Grajek, et al¹, los antioxidantes distribuidos en las diferentes partes de las plantas constituyen  los componentes activos más importantes de estos alimentos.

El ajo, el brócoli, el té verde, la soja, el tomate, la zanahoria, la col de bruselas, la col rizada, la cebolla, la coliflor, las remolachas rojas, el cacao, los arándanos, la zarzamora, las uvas y los cítricos estarían así ocupando un lugar preponderante entre las fuentes más ricas de antioxidantes. 

Referencias 

  1. Grajek W, Olejnik A, Sip A. 2005. Probiotics, prebiotics and antioxidants as functional foods. Acta Biochmica Polonica 52(3): 665 – 671. 
  2. Rodríguez Graña, T., Peña González, M., Gómez Trujillo, N., Santisteban Lozano, Y., & Hernández Tamayo, M. (2015). Estrés oxidativo: genética, dieta y desarrollo de enfermedades. Correo Científico Médico, 19(4), 690-705. http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S1560-43812015000400009&script=sci_arttext

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